martes, 22 de septiembre de 2015

Narracion

Se denomina narración al resultado de la acción de narrar, esto es, de referir lingüística o visualmente una sucesión de hechos que se producen a lo largo de un tiempo determinado y que, normalmente, da como resultado la variación o transformación, en el sentido que sea, de la situación inicial.
Mientras que desde la perspectiva semiológica la narración se puede realizar con cualquier clase designos, la lingüística considera que un "texto narrativo" responde a una clasificación basada en la estructura interna donde predominan secuencias narrativas. Estas secuencias se construyen mediante el signo lingüístico, lo que deja fuera el carácter narrativo que pudiera presentar un cuadro o imagen, como La liberté guidant le peuple (La libertad guiando al pueblo), cuadro de Eugène Delacroix.

Características de la narración literaria:

Dado que una narración es un encadenamiento de sucesos, las relaciones sintácticas fundamentales que se dan son de naturaleza causal y temporal: un hecho lleva a otro y, por lo tanto, existe fluir temporal. En este sentido, es frecuente en un relato el uso de conjunciones o locuciones conjuntivas que indiquen 'causa' y 'consecuencia', y adverbios y locuciones adverbiales de 'tiempo'. También, por su utilidad para señalar 'hechos que se van sumando unos a los otros', es frecuente el uso de la coordinación copulativa. En cuanto a la modalidad causal, es lógico el predominio de cláusulas aseverativas

El narrador:

Artículo principal: Narrador

El emisor de un texto narrativo recibe, de acuerdo con la función que realiza, una denominación especial: la de narrador. No obstante, la razón de la misma estriba en la necesidad de prever que en algunos textos narrativos el emisor y el narrador no coinciden o, dicho con otras palabras, no son 'la misma persona'. Tal situación se da, como es evidente, en los textos narrativos literarios. Lo que ocurre en las novelas y en los cuentos es que la historia que se cuenta ha sido inventada (o, por lo menos, así se presenta); dado que esto es así, no es posible que el emisor (el autor real) haya podido ser testigo de la misma.
Narraciones omniscientes:

1)    “…erase una vez un niño que tenía muchísimos juguetes. Los guardaba todos en su habitación y, durante el día, paraba horas felices jugando con ellos…”

2)    “… pero el niño no sabía que sus juguetes durante la noche cobraban vida y hablaban entre ellos…”
                                                      Narraciones en primera persona:

3)    “…Me tendí en la hierba, que era muy corta y suave, y dormí en mi vida. Intenté levantarme, pero no pude moverme…”

No hay comentarios:

Publicar un comentario